La familia Anaplasmataceae incluye una amplia variedad de patógenos, entre
ellos Anaplasma marginale y Erlichia canis, muy importantes en
Medicina Veterinaria, y el principal vector de transmisión es la garrapata y se
caracteriza por producir principalmente cuadros anémicos y febriles.
La Erlichia
canis es un organismo zoonótico por lo que la enfermedad que este produce
puede ser transmitida al humano a través de la picadura de una garrapata. De
allí la importancia de tener un buen control en casa sobre dichos ectoparásitos
a través de las fumigaciones continuas.
La erlichiosis
es una enfermedad que no se cura, solo se controla, por lo que es importante
estar atentos a cualquier cambio en la actitud de nuestra mascota, ya que esta puede
estar contaminada y no manifestar ningún signo, al igual que no necesariamente
debe tener garrapatas al momento de padecer dicha enfermedad.
Algunos signos de alerta: fiebre, falta de
apetito, decaimiento, mucosas pálidas, petequias o hematomas a lo largo del
cuerpo, postración del tren posterior en algunos casos, y en casos severos
pueden presentarse hemorragias profusas a través de las mucosas, la más comunes
orales y/o nasales.
Pendientes con nuestras mascotas. Ante
cualquier cambio acudir inmediatamente al veterinario. Esta es una enfermedad
con alta morbilidad y baja mortalidad en cuadros tratados a tiempo.